La XXIX Asamblea General de la OEA me sorprendió con militares, prohibiciones para que la sociedad civil se manifestara, restricciones para entregar material a la prensa... La paradoja es que el tema de la dichosa Asamblea es la No Violencia.
Las organizaciones de base de San Pedro Sula programaron actividades culturales frente al atrio de la Iglesia, porque la Municipalidad les prohibió hacer cualquier actividad en el parque de la ciudad.
Mientras un grupo garífuna bailaba un militar con un arma de alto calibre se apostó frente al grupo de personas.
En los alredededores de la Asamblea vehículos del ejército con armas enormes recibían a las delegaciones. Cerca de 3000 efectivos policiales y militares custodiaban el miedo de todas las personas acreditadas a la Asamblea General de San Pedro Sula.
Yo solo pienso en la cantidad de dinero que se necesita para tener a ese montón de gente en las calles, en cuánto cuesta todo ese armamento, en toda la gente pobre que perdió su casa en el terremoto ocurrido el pasado viernes.
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