La pulpería

Simplemente la pulpería de la esquina cerró hace años. Ahora abro yo una pulpería pequeña acá en un espacio de la web. Más ésta no es como la del pueblo, donde hay de todo, simplemente hay lo que pude conseguir.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Envenenada en Buenos Aires

Doce y media de la mañana
El olor se mete en la ventana
Son flores y animales, que me dicen:
Bienvenido al sur



Buenos Aires me decepcionó de primera entrada, pero después su veneno surtió efecto y me enamoré. El calor siempre ha sido algo bueno para mí y soy amante de la luz. Conocí a esta ciudad en el verano y anochecía a las 9 de la noche. Recorrí sus librerías y esta devoradora de libros quedó atrapada sin remedio entre Kapuscinski y Wei Hui y muchos otros más.

Tuve la suerte de contar con un guía de Haedo, que se esmeró en mostrarme el corazón de la ciudad, milonga, asado y Bombonera no pudieron faltar. La ciudad no duerme, yo dormí poco para hacerle honor. Gardel se hizo presente junto con Piazzolla.

El tango es triste y la noche es larga. Volviendo de la juerga con un pie descalzo a las cuatro de la mañana descubrí a los bebés con sus madres durmiendo en las aceras.
El veneno tiene un sabor agridulce, el amor también.

La Ciudad de la Furia me pareció clarividente.

De Obama y otras historias

La televisión lanzaba imágenes de este hombre afroamericano del cual había oído hablar años atrás por una amiga estadounidense de Illinois. Lo del momento histórico era evidente, estar en Washington DC, la capital del imperio, era casualidad. Sin embargo luego de dos días la verdad es que ya me iba a cansando de las imitaciones de Sara Palin en Saturday Night Live y de las múltiples tomas de Barack Obama en sus diferentes ángulos. La verdad es que ya ni siquiera escuchaba lo que decían.

Las grandes cadenas norteamericanas me quedaron debiendo. Aquella dichosa frase de que la objetividad no existe rebotaba en mis oídos. Lo único rescatable que vi fue una entrevista a Michelle Obama. La tipa es una diosa y de fijo tiene un training increíble de manejo de medios. Tenía claro que tenía que decir y en cuáles trampas no caer.

Sarah Palin se hundía una y otra vez frente a la opinión pública y Cindy McCain lucía demasiado rubia, demasiado flaca, demasiado joven y demasiado arrogante. Lo peor fue anunciar en plena recesión económica que a Palin le dieron 150 mil dólares para gastarlos en ropa.

Mientras tanto Chevron tapizó las calles de DC con anuncios de ahorro de energía. Los autobuses, las estaciones, el metro… todo decía “I will spend less energy”. La verdad es que era simplemente inverosímil. De repente recordé todos los esfuerzos de las petroleras de impedir la producción de vehículos eléctricos. De repente las calles washingtonianas parecían carentes de autos grandes y gastones y se veían vehículos compactos que desentonaban con el recuerdo de los GMC del mundo gringo.

Semanas después ganó Barack Obama las elecciones y un argentino que tiene varios años de vivir en DC sólo atino a decir: “Es la primera vez que veo a la gente sonriendo en las calles”

viernes, 12 de diciembre de 2008

Como duele Nicaragua

En vista del reclamo sobre crear expectativa y luego no contar nada, pues voy a comenzar por el principio.

Mi primera visita a Nicaragua me impresionó muchísimo los grandes contrastes eran dolorosos. Una tierra hermosa con unos recursos increíbles y con una bandada de niños y niñas en las calles trabajando, pidiendo limosna, sobreviviendo al abandono….
Esta segunda visita a Nicaragua en septiembre de 2008 la verdad me dejó en shock.
Las rotondas estaban tomadas por la campaña contra el odio. Esto no era más que un puño de gente de las afueras de Managua a las que el gobierno de Ortega les paga 7 dólares diarios por tomar cada una de las rotondas de la ciudad, les da tres comidas diarias y trasporte ida y vuelta a sus hogares. Su trabajo es agitar las banderas rosadas como un aviso para quienes osen protestar contra cualquier cosa. La verdad al principio pensé que era una secta evangélica que se había tirado a la calles a capturar a la población.

El otro tema que me dejó en ascuas fueron las múltiples amenazas contra el Movimiento de Mujeres por parte del gobierno nica. Incluso hicieron spots publicitarios en contra de personas e instigan a la población a atacarlas. Se iniciaron investigaciones por parte del Ministerio Público sin notificarle a las partes, sin decir por que se les acusaba. La verdad es que todo olía a persecución política.

Por eso mismo yo tenía miedo. Las reuniones a las que íbamos eran con el Movimiento de Mujeres. Además ya Ortega había amenazado con repetir las acciones de Chávez en Venezuela, en contra de Human Rights Watch. Esta organización también estaba en el evento al que íbamos. En fin todo apuntaba a que podían tacharnos de injerencistas, de imperialistas, en fin…

No puedo pasar por alto la cadena televisiva que vi. Aparecía Rosario Murillo, la esposa de Ortega, primera dama y casi presidenta con pulseras cubriéndole todo el antebrazo y anillos en los diez dedos de las manos. Era simplemente como ver a Walter Mercado versión femenina hablando sobre asuntos de Estado. Sencillamente era raro.

Durante el viaje me contaron de una marcha en la que los sandinistas habían bajado de los autobuses a las personas que se dirigían a la misma y atacado automóviles de la oposición.

No me echaron de Nicaragua, pero quedé con una desazón con la que no había llegado. Escuché de manera reiterada que las cosas no estaban bien que era posible que estallara.

Luego me enteré por un amigo que en las elecciones municipales de noviembre pasado las urnas se cerraban a las 6 de la tarde, sin embargo, él llegó a las 4 y ya habían cerrado la suya. Según me comentó ya habían advertido a los sandinistas que tenían que ir a votar temprano. Mientras tanto el reo Alemán sigue paseándose por su cárcel llamada Nicaragua.

Todo esto para decirles que no veo mucha luz al final del túnel.