La pulpería

Simplemente la pulpería de la esquina cerró hace años. Ahora abro yo una pulpería pequeña acá en un espacio de la web. Más ésta no es como la del pueblo, donde hay de todo, simplemente hay lo que pude conseguir.

jueves, 19 de marzo de 2009

La esperanza y El Salvador


Durante mi primer viaje a El Salvador en el año 2005 conocí a Mauricio Funes. Estábamos en Pro Búsqueda, una organización que se dedica a reencontrar a la niñez desaparecida durante el conflicto armado con sus familias, junto con el padre Jon Cortina (QdDG), fundador de la organización, un padre Jesuita que sobrevivió al ataque en la UCA, gracias a que estaba dando misa en Chalatenango; Suyapa y Eduardo Serrano Cruz, hermanos que buscaban a sus hermanas desaparecidas en 1982 durante un operativo militar y Gisela y yo que íbamos de visita a impulsar la sentencia que la Corte Interamericana había emitido en el caso de las dos hermanas desaparecidas.

La prensa salvadoreña está bastante politizada y polarizada, el tema de la niñez desaparecida no es definitivamente un tema de la derecha salvadoreña por eso los espacios en medios no eran fáciles de conseguir. El Padre Jon nos miró y nos dijo que al día siguiente a las 6 de la mañana tenía una entrevista con Mauricio Funes, en el espacio televisivo que tenía este último, que fuerámos con él. Pues al día siguiente estábamos allá todos. Funes nos abrió un espacio para hablar del dolor de la familia, del esfuerzo de Pro Búsqueda y de la necesidad de que el Estado cumpliera la sentencia. Este fue un gran gesto para con las víctimas y demostró que Funes estaba interesado en el respeto de los derechos humanos.

Luego de ese viaje sobrevino la muerte del padre Jon, la de María Julia Hernández, defensora de los derechos humanos de la Oficina del Arzobispado, la de Schafik Handal, líder del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), poco a poco figuras de gran relevancia para El Salvador y que te hacían mantener la esperanza de que las cosas cambiarían iban desapareciendo.

ARENA con 20 años en el poder y con una fuerte responsabilidad en muchas atrocidades que sucedieron en este país centroamericano no muestra ningún arrepentimiento, ni reconoce a las víctimas del conflicto armado. Es así como a capa y espada defiende la impunidad de las múltiples violaciones a los derechos humanos que se dieron durante este período por medio de la Ley de Amnistía.

Una gran nube negra ensombrecía los derechos de las víctimas y sus familiares hasta que el pasado 15 de marzo se acabó el miedo y el pueblo decidió cambiar la página y el periodista que nos atendió a las seis de la mañana de un día de septiembre de 2005 ganó las elecciones. Espero que la historia se repita y que si como profesional abría espacios para el respeto de los derechos humanos, así lo haga desde la presidencia de un país que no se merece menos que eso.

1 comentario:

  1. Ojalá amiga, sea una buena etapa, nueva y abierta, para otro país tan pequeñito y tan lindo de nuestra Centroamérica.

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