El voto es quizás una de las pocas oportunidades que la ciudadanía tiene de pasarle la factura a los/as políticos/as.
No es posible que sigamos votando por los representantes de un partido político en el cual sus dirigentes se han negado a retirar de su puesto a una señora que toma champaña a costillas del pueblo.
No es posible que mientras unos están enfrentando juicios los de la acera de enfrente ni siquiera se hayan dignado a venir al país a rendir cuentas sobre pagos millonarios por supuestas comisiones.
Para mí es inadmisible ir a ponerle el dedo a un partido político que mientras gobernó gastó en millonarias consultorías el dinero que era para construir viviendas para los pobres.
Así como también, es inadmisible ir a votar por partidos políticos en los cuáles sus principales líderes están enfrentando procesos judiciales por actos de corrupción.
No es posible ir a votar por una clase política donde el jerarca de Ambiente es acusado de dar concesiones mineras a familiares y aún y así continúa representando al país en foros internacionales.
¿No les parece que ya fue suficiente y que hay que darle la oportunidad a otros/as?
Si nunca les pasamos la factura en las urnas, estas cosas tan lamentables continuaran pasando, porque nosotros/as no hacemos nada y les seguimos poniendo el dedo cada 4 años.