Tal vez.. estaba guardado por ahí
De repente vago por recuerdos, como viajar por una biblioteca polvorienta, por una oscura venta de antigüedades. Esta soy yo, pues sí, parezco más vieja de lo que soy, cuando me miro así, sin espejos, sin lupas, sin microscopios. Es tan complicada la naturaleza humana, tan laberíntica, que la mayoría de las veces te perdés encontrándote.
Y ¿Qué somos? ¿Qué hacemos? ¿A dónde me voy? No sé, a veces parece que nadie lo supiera.
¿Qué pasará cuando cerremos la tienda? ¿Cuándo la biblioteca se queme? ¿Cuándo yo me vaya? Bah ¿quién soy yo? Un gato, un pato, una araña, una hebra de pasto. No lo sé.
Mi cuerpo, este estuche extraño. ¿Por qué es así y no diferente? Miro las cicatrices, las de adentro y las de afuera y pienso en cuando ya nada de esto tenga sentido.
Quizás me tengo que ir lejos, quizás me tengo que quedar. Estoy bien, me gusta a lo que me dedico las ocho horas reglamentarias de ganarse el sustento, pero me perdí, no sé si tengo que irme o quedarme, si tengo que seguir o parar, si me voy a quedar estancada, como un lago o si mejor me muevo.
Lo mejor es ser hebra de pasto y seguir el viento, suspenderse, encontrarse con el universo.